Las estafas telefónicas son un problema creciente y peligroso en el mundo digital de hoy. Pueden presentarse de diversas formas, como mensajes de texto engañosos, llamadas fraudulentas o incluso ataques de virus en nuestros dispositivos electrónicos.
El avance de la tecnología, responder a llamadas o mensajes de números desconocidos se ha vuelto arriesgado. En Colombia, por ejemplo, sólo en enero de 2024 se registraron más de 40 millones de llamadas de spam, de las cuales el 80 % tenían la intención de estafar a las personas.
Los estafadores utilizan diferentes tácticas para engañar a sus víctimas. Pueden hacerse pasar por instituciones financieras o empresas legítimas para obtener información confidencial o dinero. Además, suelen enviar mensajes con enlaces maliciosos que, al ser abiertos, permiten el acceso a datos personales o bancarios.
Existen varios tipos de estafas telefónicas, como el vishing, donde los estafadores se hacen pasar por bancos, o el wangiri, que implica realizar múltiples llamadas con tarifas elevadas para quienes las devuelvan. También, está la extorsión, donde se amenaza con difundir imágenes íntimas si no se paga un rescate.
Es fundamental estar alerta y tomar precauciones para protegerse contra estas estafas. Según informes, los usuarios reciben un promedio de 11 llamadas de spam al mes, y las pérdidas económicas debido a estafas telefónicas en Colombia han superado los $100,000 millones. Por lo tanto, es importante educarse sobre estas prácticas fraudulentas y evitar caer en sus trampas para salvaguardar nuestra seguridad y nuestros recursos financieros.
