¿Cómo va la educación en Colombia?

Daniel Lozano

OBJETIVO PRINCIPAL

Evaluar el progreso de Colombia en el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 relacionados con la educación superior.

OBJETIVOS SECUNDARIOS

  • Analizar la cobertura, la calidad, la brecha de desigualdad en la educación superior en Colombia, a la hora de acceder a una Educación Superior y el acceso a las TICS en la educación.
  • Identificar los desafíos y oportunidades para el desarrollo de la educación superior en Colombia.
  • Formular recomendaciones para el fortalecimiento de la educación superior en Colombia en el marco de la Agenda 2030.

OBJETIVOS DE LA AGENDA 2030 A TENER EN CUENTA

  • 4.3 – Igualdad de acceso a educación técnica, vocacional y superior

De aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria

  • 4.4 – Aumentar el número de personas con habilidades relevantes para el éxito financiero

De aquí a 2030, aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento

  • 4.5 – No Discriminación en la Educación

De aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas.

PALABRAS CLAVES

 Acceso, calidad, valor neto, relevancia, desertor, inversión pública, política pública, TIC sostenibilidad financiera, desarrollo sostenible y llamada a la acción.

PREGUNTAS A RESPONDER

  • ¿Cómo va Colombia?
  • ¿Pero qué tan real será cumplir ese objetivo?
  • ¿Realmente la educación en Colombia ha mejorado?

METODOLOGIA

Se realizó una revisión documental de fuentes oficiales, como el Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de las TICS, el Observatorio Laboral para la Educación, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y demás fuentes derivadas a fin.

INTRODUCCION

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es un plan de alto alcance, el cual establece una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 países miembros de las Naciones Unidas, la cual es la guía de referencia para el trabajo de la comunidad internacional hasta el año 2030.

La agenda 2030 plantea ciertos aspectos positivos en vía al desarrollo para la historia de América Latina y el Caribe. Estos aspectos incluyen ciertos temas altamente prioritarios para la región. Como la erradicación de la pobreza extrema, la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, un crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos, ciudades sostenibles y cambio climático, entre otros. Este es un compromiso universal adquirido por países desarrollados, en vía de desarrollo, y otros que ni siquiera se encaminan al desarrollo.

Esta Agenda 2030 plantea ciertos objetivos que encaminan el futuro del planeta hacia un punto en el cual el desarrollo sostenible sea el pilar fundamental para la sociedad. De estos objetivos resalta uno que es fundamental para todos los habitantes de la tierra… Así es hablamos de la educación.

EDUCACION SUPERIOR EN COLOMBIA

La educación y el desarrollo son herramientas indispensables para el progreso de un país y no se pueden desligar el uno del otro, ya que ésta es una condición indispensable, aunque no suficiente para el desarrollo económico, social y cultural (Acevedo & Herrera, 2004). Colombia un país caracterizado por la alegría de su gente, históricamente siempre ha estado marcada por una gran brecha de desigualdad en la mayoría de todos los aspectos, pero en cuanto a la educación superior los jóvenes siempre han sido segregados y casi que inhabilitados, para acceder al derecho universal de la educación, en nuestro caso la educación superior.

Según un estudio realizado por la Universidad de los Andes aprobado el 07 diciembre 2016, concluyó que:

“La educación superior en Colombia se inicia en el período colonial, y particularmente en los siglos XVI y XVII, con la fundación en Bogotá de las universidades Santo Tomás, San Francisco Javier, hoy Pontificia Universidad Javeriana, y el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Estas instituciones educativas concentraron sus actividades en la enseñanza de teología, filosofía, jurisprudencia y medicina. Durante ese período, el acceso a la universidad estuvo limitado a un grupo de estudiantes pertenecientes a órdenes religiosas y familias españolas o criollas con buena posición social” (Rodríguez y Burbano, 2012). Durante la colonia también se fundaron algunos colegios de estudios superiores y otras universidades en Cartagena, Popayán, Mompox y Medellín.

Posteriormente con el ascenso al poder de Alfonso López Pumarejo en 1934 se da un vuelco a la política educativa del país. En educación superior se intenta fortalecer los nexos entre la formación académica de los estudiantes y la realidad económica del país, caracterizada por el proceso de industrialización. Con esta perspectiva, se promueve la libertad de enseñanza, se otorga mayor autonomía administrativa y académica a las universidades, se asignan recursos para mejorar la calidad y la práctica docente, se ordena la construcción de una Ciudad Universitaria y se amplía el número de facultades de la Universidad Nacional8 (Jaramillo, 1989). Esta orientación se mantuvo durante los gobiernos de Eduardo Santos (1938-1942) y Alberto Lleras Camargo (1945-1946).

Con la expedición de la Constitución Política de 1991 se consagra la libertad de enseñanza y se reconoce la educación como un derecho y un servicio público que puede ser prestado por el Estado o por los particulares. Asimismo, para asegurar la calidad del sistema educativo, se asignó al Estado la función de inspección y vigilancia. La Constitución también garantizó la autonomía universitaria y estableció que las universidades podrían expedir sus propios estatutos. Con base en los lineamientos de la Constitución se aprobó la Ley 30 de 1992 que establece la base normativa del sistema de educación superior. Esta norma definió los principios y objetivos del sector, clasificó los programas académicos y las instituciones públicas y privadas. La clasificación institucional se realizó con base en una tipología que incluye instituciones técnicas profesionales, instituciones universitarias o escuelas tecnológicas y universidades.

Como objetivo primordial en cuanto a la educación en Colombia según lo pactado en la creación de la Comisión Interinstitucional para el Alistamiento y Efectiva Implementación de la Agenda Post 2015 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible se planteó que para el 2030, el 80% de la población tendrá acceso a educación superior.

HISTORIAL DE EDUCACION SUPERIOR EN COLOMBIA EN LOS ULTIMOS AÑOS

RESULTADOS

  • COBERTURA 2010/2011 

Para el periodo 2010/2011, se registraron los siguientes datos, los cuales fueron proporcionados por el Ministerio de Educación Nacional.

Según estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, ha habido un aumento notable en la tasa bruta de matrícula en la educación superior durante 2010-2011. En 2010, esta tasa fue del 37,05%; pero en 2011 alcanzó el 40,42%, lo que significa un aumento de 3,37 puntos porcentuales. Este crecimiento puede verse como un avance notable en términos de acceso a la educación superior en Colombia.

  • 1.2 COBERTURA 2013/2014

Esta información estadística, extraída del Ministerio de Educación Nacional de Colombia para 2013 y 2014 (Un año antes de adquirir el compromiso de la agenda 2030), indica un aumento significativo en la tasa de cobertura de la educación superior. En 2013, la tasa se situó en el 45,17%, mientras que saltó al 47,76% en 2014, lo que se traduce en un aumento de alrededor de 2,59 puntos porcentuales. Este desarrollo refleja la mayor disponibilidad de educación terciaria entre los colombianos.

  • 1.3 GRAFICA DE RESULTADO PERIODO 2003/2015
  • 1.4 COBERTURA 2022

Ya para el año 2022 se registraron cifras de un supuesto crecimiento según el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, pero que, en comparación con años anteriores, no se evidencia un crecimiento notorio en cuanto a la educación superior. Para 2022, el indicador de tasa de cobertura en Educación Superior crecimiento según el Ministerio de Educación Nacional de Colombia se ubicó en 54,9 %, lo que da cuenta de un crecimiento significativo de más de veinte puntos porcentuales en los últimos quince años y de cerca de cuarenta puntos porcentuales desde la sanción de la Ley 30 de 1992. Para 1992, la cobertura en Educación Superior alcanzaba una tasa del 15 % y para 2008 del 34 %.

  • 1.5 COBERTURA AGOSOTO 2023

Por medio de una información esparcida por el medio de comunicación radial Caracol Radio, se informó que:

La ministra de Educación Aurora Vergara asistió a la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes. En su intervención entró en detalle sobre la meta que el gobierno anunció desde la campaña para lograr vincular a 500.000 nuevos jóvenes a la Educación Superior en el país.

“El seguimiento que estamos haciendo para cumplir esa meta, nos permite decir que hoy estamos por encima del 23% de la meta que se estableció para este año. Con el cumplimiento de lo que será este segundo semestre tendríamos que cumplir la meta (50.000 nuevos cupos en 2023)”, explicó la ministra Vergara.

En la explicación de la jefe de la cartera educativa, se dejó claro que las instituciones de educación superior deben presentar este semestre el programa integral de cobertura. Este es el mecanismo con el cual cada una de las instituciones pretende lograr la ampliación de cobertura, para la cual ya se destinaron los recursos necesarios a través del programa ‘Universidad en tu Territorio’.

Fuentes del Ministerio de Salud entregaron a Caracol Radio la proyección de metas anuales en materia de cobertura educativa de nivel superior, actualmente está distribuida así:

2023: 50.000 nuevos cupos.

2024: 100.000 nuevos cupos.

2025: 150.000 nuevos cupos.

2026: 200.000 nuevos cupos.

EDUCACION DE CALIDAD

Debido a la constante ineficacia del Ministerio de Educación Nacional en su pagina web, con el objetivo de recolectar datos de indicadores de calidad en la Educación Superior colombiana,

Decidimos basar nuestra investigación del desarrollo de calidad en la Educación Superior colombiana en el estudio realizado por Fedesarrollo en el año 2022, llegando así a la siguiente conclusión

“Los avances en cobertura no se han reflejado en aumentos en la calidad. En las pruebas PISA de 2018, Colombia presentó una reducción de su desempeño con respecto a 2015 y una diferencia entre 80 y 100 puntos con respecto al promedio de la OCDE. Esto implica que un estudiante de 15 años en el país cuenta con entre 2 y 3 años menos de escolaridad equivalente con respecto a un estudiante promedio de la OCDE. Más de la mitad de los estudiantes en grado noveno no entienden bien lo que leen, y dos terceras partes obtienen el nivel más bajo de desempeño en matemáticas. Pero quizás más importante que el nivel promedio son las brechas existentes en calidad, con una diferencia de 1 año de escolaridad equivalente entre las zonas urbanas y las rurales (40 puntos) y casi de dos años (70 puntos) entre colegios privados y oficiales. En educación superior, donde contamos con un sistema de aseguramiento relativamente consolidado, la acreditación de alta calidad se concentra en los programas universitarios y no cuenta con las herramientas apropiadas para medir la calidad en los programas e instituciones técnicas y tecnológicas; esto ha llevado a que la acreditación de alta calidad se concentre solo en la oferta universitaria, con un 82 % de la oferta acreditada. Además, no hay un marco de referencia para medir la calidad de los técnicos laborales, cursos cortos y diplomados de la formación para el trabajo, lo que impide diferenciar la oferta de calidad y redunda en malas decisiones por los estudiantes de bajos ingresos para los que ésta es la única opción asequible.”

“En calidad, Colombia no cuenta con un currículo oficial que sirva de guía para los establecimientos educativos oficiales, presente en la gran mayoría de países con sistemas educativos exitosos. La ausencia de este marco de referencia genera mayor heterogeneidad en la calidad a nivel territorial y deja a discrecionalidad de cada establecimiento los contenidos básicos que se espera aprenda el estudiante. De los 100 mejores colegios, 98 son privados, lo que muestra una gran diferencia en calidad entre ambos tipos de oferta educativa.

Una forma alternativa de ver la calidad educativa es a través de la pertinencia: la sincronía entre lo que forma el sistema educativo y lo que necesita el sector productivo. En Colombia el 54 % de los empleadores reportan dificultades para llenar sus vacantes. A nivel general, un problema es el analfabetismo funcional de los profesionales: no saben leer ni escribir bien. A nivel particular, se ha encontrado que la oferta está muy concentrada en las áreas económicas y administrativas y en ciencias humanas, mientras que la demanda laboral es más dinámica en ingeniería y en ciencias de la salud.”

Autor: David Forero | Fedesarrollo

Mientras otros medios como el medio independiente Razón Pública, en una investigación realizada en diciembre del año pasado (2023) afirma que:

“No pasamos

Las pruebas PISA 2022 confirman que el sistema educativo de Colombia es de mala calidad; que estamos lejos del promedio de la OCDE o, en América Latina, de Chile.

Otros países latinoamericanos nos empiezan a superar en matemáticas, lectura y ciencias. Sin embargo, en Bogotá, por los colegios privados y por las significativas mejoras alcanzadas por la educación oficial, los estudiantes superan a los países vecinos y se acercan al promedio de la OCDE.

“Nada nuevo: los bajos puntajes de los estudiantes colombianos de 15 años se han mantenido desde el 2006. En PISA 2022, el 71 % de los estudiantes colombianos no alcanza las competencias básicas en matemáticas; el 51 % no alcanza el nivel básico en ciencias y lectura (nivel 2 de PISA).

Un par de datos favorables:

-El índice “Estatus económico, social y cultural” de las pruebas PISA mide la diferencia entre estudiantes socioeconómicamente favorecidos y desfavorecidos. En Colombia es de 79 puntos; el promedio de la OCDE es de 93.

-Las diferencias entre sexos: los niños colombianos lograron 12 puntos más que las niñas; en la OCDE, esta diferencia alcanza 24 puntos.”

Ángel Pérez Martínez – 17 de diciembre 2023

BRECHAS EN LA EDUCACIÓN

En Colombia, según la Constitución Política de 1991, la educación es un derecho y un servicio público, a través de la cual se busca garantizar el acceso al conocimiento, a la ciencia y a los demás bienes y valores de la cultura. Este indicador aumentó en 2013, 2014 y 2015 (Boletín Educación Superior en Cifras, 2016). Esto nos muestra una desigualdad regional en el acceso a la educación superior, es decir, hay mucho acceso a un número reducido de materias.

Según el estudio realizado por Natalie Celin Giraldo en el año 2020 de Equidad y acceso a la educación superior en Colombia: análisis de los programas Ser Pilo Paga y Generación E, se recolectaron los siguientes datos

“Según datos del SNIES, la tasa de cobertura en educación superior se ubicó en 52,8% en el 2017. Esta tasa es variante entre los distintos departamentos de Colombia, por ejemplo, la tasa de cobertura en Amazonas, Vichada, Guainía y Guaviare para el 2016 no superaba el 18%, mientras que en Antioquia, Caldas, Santander y Bogotá las tasas fueron superiores al 50%. Adicionalmente, según datos del MEN (2018) tomados de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) “para el año 2015 en Colombia habían cerca de 595.000 jóvenes entre 17 y 25 años que residían en zonas rurales y que contaban con la condición de bachilleres”, de los cuales tan solo 95.000 jóvenes afirmaron estar asistiendo a una institución educativa. Por otro lado, en Colombia se ha observado una concentración de la oferta institucional en las zonas urbanas del país, más específicamente en los departamentos con mayores ingresos con respecto al PIB. Encontramos que para el año 2016, el 64,8% de los estudiantes de educación superior se encontraban matriculados así: Bogotá (33%), Antioquia (13.6%), Valle del Cauca (7,5%), Atlántico (5,7%) y Santander (5,4%), teniendo el resto de los departamentos el 35,2% de los estudiantes matriculados (MEN,2018).”

Mientras que en un análisis de la evolución de la brecha de acceso a la educación superior en Colombia realizado por el Ministerio de Educación Nacional, si bien aún presenta disparidades considerables, revela un porcentaje del 52,8% en 2017.

Revelando que las brechas regionales y poblacionales en cobertura persisten y tienden a ampliarse. Para 2022, Departamentos como Vaupés (2,9 %), Vichada (6,3 %), Arauca (6,8 %), Amazonas (8,2 %), Guainía (10,2 %), Putumayo (18,6 %) y La Guajira (20,4 %) presentan porcentajes muy bajos de cobertura, confirmando así las asimetrías regionales.

En 2022, en Bogotá estaban matriculados el 33,8 % del total de estudiantes, en Antioquia el 12,6 %, en el Valle del Cauca el 7,2%, en Atlántico el 5,6 % y en Santander el 4,9. Es decir, Bogotá y estos cuatro departamentos concentran el 64,1 % del total de jóvenes atendidos en el sistema frente a un 35,9 % en los demás Departamentos del país. La concentración de la oferta en algunas regiones obliga a muchos jóvenes a migrar de sus territorios en búsqueda de oportunidades de acceso; situación que genera desarraigo y pérdida de capital humano.

Según datos del Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SNIES) del Ministerio de Educación Nacional (MEN), en 2022 se encontraban matriculados más de 2 millones 460 mil estudiantes, de los cuales, alrededor de 2 millones 280 mil cursaban Programas de Pregrado (Técnicos profesionales, Tecnológicos y Universitarios) y 180 mil cursaban Programas de Posgrado (Especializaciones, Maestrías y Doctorados). Del total de estudiantes de Pregrado, el 57 % es atendido en el sector público y el 43% en el sector privado. El 53 % de estudiantes matriculados son mujeres.

TICS EN LA EDUCACION

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), son el conjunto de recursos, herramientas, equipos, programas informáticos, aplicaciones, redes y medios; que permiten la compilación, procesamiento, almacenamiento, transmisión de información como: voz, datos, texto, video e imágenes (Art. 6 Ley 1341 de 2009).

Según el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, “Las TIC en la educación facilitan la emisión, el acceso y el tratamiento de la información de manera innovadora. Así, su integración impacta los procesos de enseñanza aprendizaje con entornos mucho más efectivos (OEI, 2021).”

Las TIC para el año 2014 proporcionaron los siguientes datos según José Eduardo Padilla-Beltrán, Paula Lizette Vega-Rojas, Diego Armando Rincón-Caballero en su investigación de Tendencias y dificultades para el uso de las TIC en educación superior

Estos datos de los primeros seis meses del año 2014 reflejan una realidad pasada, en la cual las TIC ya estaban empezando a tener un impacto relevante en la Educación Superior. No obstante, aún existían brechas de peso en el acceso a las herramientas tecnológicas y en la formación de los docentes para su uso efectivo y eficaz.

Ya para el año 2023, el panorama es mucho mas positivo, porque de acuerdo a la información suministrada por el Ministerio de las TIC, es necesario manifestar que:

  • 5G: Se subastó la tecnología 5G, lo que aportará $1,37 billones al país.
  • Conectividad para cambiar vidas: 384.000 hogares de estratos 1 y 2 tendrán acceso a internet.
  • Comunidades de Conectividad: Se sensibilizaron 1.819 comunidades en 329 municipios.
  • Zonas Comunitarias para la Paz: 1.180 escuelas rurales tendrán acceso a internet.
  • Medios públicos fortalecidos: Se financiaron 8 medios públicos regionales, 825 contenidos y 166 convocatorias.
  • Y es verdad, que se han logrado cambios significativos en materia de conectividad y otras posibilidades de las TIC en cuanto a la educación, sin embargo es de resaltar que el panorama para el cumplimiento de la Agenda 2030 es muy complicado, pero no imposible, todavía estamos a tiempo de generar un cambio significativo en nuestro país.

TASA DE DESERCION

La tasa de deserción entre el año 2010 y 2018 se evidenció una disminución en la tasa de deserción en la Educación Superior, sin embargo, veamos los datos que nos proporcionó el exdirector del DANE Juan Daniel Oviedo en EDUCACIÓN, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN ECTeI Reporte Estadístico Nº 1

A partir de la información reportada en el Sistema para la Prevención de la Deserción de la Educación Superior (SPADIES) se obtiene la tasa de deserción anual en educación superior (pregrado), la cual tiene como objetivo medir el fenómeno de la deserción en el corto plazo y permite evidenciar los esfuerzos de las Instituciones de Educación Superior y de la política pública, teniendo en cuenta que un estudiante se clasifica como desertor cuando no se ha matriculado por dos o más periodos consecutivos en un programa académico.

Este indicador disminuye 2,1 p.p. entre 2010 y 2018, ubicándose por primera vez en niveles inferiores al 10%. Por niveles de formación, la mayor reducción se presenta en programas tecnológicos (-7,4 p.p.), pasando de 18,2% a 10,8% (gráfico 10). En los programas universitarios, el indicador es inferior al 10% en toda la serie, con un valor mínimo de 8,2% para el año 2016. Por Fuente: MEN, SPADIES. 2010 22,5% 18,2% 9,9% 9,5% 9,0% 9,1% 8,6% 9,0% 8,2% 9,1% 8,8% 10,5% 10,8% 14,0% 12,0% 13,5% 20,6% 11,0% 24,8% 22,2% 14,5% 19,7% 20,4% 21,4% 20,1% 11,5% 17,4% en los segmentos educacionales de Técnico profesional, Tecnológico Universitario, para un de total de pregrado 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 departamento, para el año 2018, la deserción en estos programas supera el 20% en Guainía (35,4%) y Vichada (23,5%), y es inferior a 5% en Vaupés (2,9%) y Quindío (4,2%). La Guajira, Amazonas y Vaupés presentan las mayores reducciones de deserción universitaria en el período de análisis. En los programas tecnológicos las mayores deserciones en el último año se presentan en Vaupés (20,3%) y en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (17,3%).

Mientras que para el 2020/2021 no se ven reducciones significativas en la tasa de deserción en la educación superior, por lo que medios tan importantes como lo es EL TIEMPO (Medio que se encargó de distribuir la información que usaremos), ha llegado a declarar que “Tristes estadísticas de deserción universitaria: mitad de estudiantes no se gradúa” en julio del año 2023.

“Según el Ministerio de Educación Nacional, la tasa de deserción anual universitaria es del 8,02 % mientras que en carreras técnicas y tecnológicas se presenta una cifra aún más alta, llegando al 13,39 %.

Así mismo, las cifras registran que el sector educativo de carreras tecnológicas es el más afectado, llegando a una deserción del 34,9 % frente a un 26,9 % de carreras de pregrado.

A pesar de que los datos del estudio anteriormente mencionado son completos, la última información registrada que está disponible es del 2021, por lo que en estos dos años siguientes podrían existir datos también relevantes que expliquen mejor la situación de los estudiantes con respecto al regreso de los mismos a los claustros de manera presencial.

De igual manera, tampoco es posible conocer el impacto de otras situaciones que pueden derivar a la deserción universitaria como la pérdida de materias lo que hace que se retrasen algunos semestres, así como también el cambio de carrera u otras situaciones de índole económico.

De acuerdo con datos del Ministerio de Educación Nacional, en los últimos dos años, 350.000 jóvenes desertaron del sistema educativo en el país. 223.000 jóvenes se inscribieron a carreras de educación superior, fueron admitidos, pero no se matricularon. Departamentos como Antioquia son los que reportan los niveles de deserción más altos y actualmente, con el inicio de una nueva etapa escolar, en algunas instituciones educativas han visto disminución en el número de matrículas en ciertas carreras y programas universitarios.”

LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO

IMPACTO EDUCACION SOCIAL PARA EL TRABAJO

En un estudio realizado por el DANE en el año 2015, concluyó que:

En el trimestre abril – junio de 2015, en el total nacional el 9,7% de la población de 15 años y más asistió a cursos de formación para el trabajo. En el mismo período del año pasado esta proporción se ubicó en 9,6%. Para el período de estudio, del total de la población que asistió a cursos de formación para el trabajo, el 52,8% fueron hombres y 47,2% mujeres. Para el trimestre abril – junio de 2015 en el total nacional, de las personas que reportaron haber asistido a un curso de formación el 46,2% se encontraban en el rango de edad de 25 a 40 años. En el total nacional, para el trimestre abril- junio de 2015, el 13,0% de los desocupados, el 12,5% de los ocupados y el 3,2% de la población inactiva, asistieron a cursos de formación para el trabajo. En el total nacional, el 52,0% de las personas que asistieron a estos cursos lo hicieron en instituciones públicas. Para el trimestre abril – junio de 2015, el 69,9% de las personas de 15 años y más que asistieron a cursos de formación para el trabajo, lo hicieron de manera gratuita.

Ya para el trimestre de abril – junio del 2023 en un estudio realizado por el DANE, se concluyó que:

Para el total nacional en el trimestre abril – junio 2023, la población de 15 años y más fue de 39.476 miles de personas. De estas, el 6,4% asistió a cursos de formación para el trabajo (2.510 miles de personas), mientras que el 93,6% no asistió (36.966 miles de personas). En el trimestre abril – junio 2022, estas proporciones se ubicaron en 5,3% y 94,7%, respectivamente.

Por sexo, en el trimestre abril – junio 2023, de la población de 15 años y más que asistió a cursos de formación para el trabajo el 6,6% eran hombres (1.256 mil hombres) y el 6,1% eran mujeres (1.254 mil mujeres). En el mismo periodo del 2022, estas proporciones se ubicaron en 5,6% y 5,1%, respectivamente.

LAS ESTRATEGIAS QUE PLANTEA EL GOBIERNO

  • Plan Nacional de Educación 2023-2026: determinación de estrategias educativas cuatrienales con enfoque en calidad, equidad y pertinencia.
  • Política de Igualdad en Educación: tiene como objetivo reducir la brecha educativa entre los diferentes colectivos.
  • Proyecto Aprendizaje para Todos (PTA): Desarrolla habilidades básicas de lenguaje y matemáticas en estudiantes de primaria y secundaria.
  • Un día: amplíe el tiempo de estudio para que los estudiantes puedan estudiar más.
  • Ser Pilo Paga: Dona dinero para ayudar a estudiantes de bajos ingresos a asistir a la universidad.
  • Fortalecimiento de la Educación Rural: Investigación sobre el mejoramiento de la calidad de la educación en el medio rural.
  • Uso de las TIC en Educación: Apoyando el uso de las TIC en la educación.

DESAFIOS Y OPORTUNIDADES

Oportunidades:

  • Provisión de ayuda: La ayuda a la educación superior ha aumentado significativamente en los últimos años; Del 37,05% en 2010 al 54,9% en 2022.
  • Disminución de la tasa de deserción escolar: la producción anual en educación superior del 22,5% en 2010 al 8,8% en 2018.
  • Aumento del uso de las TIC: inversión gubernamental en conectividad y uso Internet ha brindado nuevas oportunidades para el aprendizaje en línea y a distancia.
  • Compromiso político: El gobierno colombiano ha demostrado su compromiso con la Agenda 2030 y ha implementado diversas estrategias para mejorar la calidad y equidad en la educación.

Desafíos:

  • Brechas de acceso: Todavía existen grandes diferencias en el acceso a la educación superior entre diferentes regiones, grupos económicos y áreas rurales.
  • Calidad: La calidad de la educación en Colombia sigue siendo un problema debido a los bajos puntajes en pruebas internacionales como PISA.
  • Educación: Aunque la tasa de abandono escolar ha disminuido, sigue siendo un problema importante, especialmente en el ámbito laboral y laboral.
  • Importante: No existe ninguna conexión entre la educación y las necesidades del trabajo.
  • Financiero: La inversión en educación aún es insuficiente para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030.

PREGUNTAS A RESPONDER

¿Cómo va Colombia?

Si bien Colombia ha avanzado en términos de acceso a la educación superior, aún queda mucho trabajo por hacer en el futuro. La calidad de la educación superior sigue siendo un problema, al igual que la deserción escolar y las brechas de acceso. Aunque el gobierno ha implementado varias estrategias para abordar estos desafíos, todavía queda mucho trabajo por hacer.

¿Pero qué tan real será cumplir ese objetivo?

Alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para la Educación Superior de Colombia será difícil, pero no imposible. Se requieren esfuerzos continuos de los gobiernos, las instituciones educativas y la sociedad en general.

¿Realmente la educación en Colombia ha mejorado?

La educación en Colombia ha mejorado en varios aspectos, incluido el alcance y la calidad. Sin embargo, aún quedan muchos desafíos, incluidas las tasas de deserción escolar, las brechas de acceso y la calidad de la educación.

RECOMENDACIONES

  • Ampliar la contratación abierta: aumentar la inversión en la educación superior pública y aumentar la capacidad en las universidades e institutos técnicos y técnicos.
  • Programa Prioritario de Becas: Implementar un programa de becas para estudiantes de bajos ingresos, con enfoque en poblaciones rurales, indígenas y afrocolombianas.
  • Promover la educación a distancia: Fortalecer las plataformas y programas de educación a distancia para facilitar el acceso a la educación superior en zonas rurales y remotas.
  • Mejorar calidad: Fortalecer la formación docente: Implementar un programa de capacitación continua para docentes enfocado en el uso de pedagogías y tecnología innovadoras.
  • Promoción de la investigación: Incrementar la inversión en investigación científica y tecnológica y fortalecer los vínculos entre las universidades y el sector productivo.
  • Mejoras de infraestructura: Invertir en modernizar la infraestructura educativa y tecnológica de las instituciones de educación superior.
  • Reducir la brecha de desigualdad: Implementar políticas de discriminación afirmativa: Brindar apoyo adicional a estudiantes de poblaciones históricamente marginadas, como pueblos indígenas, afrocolombianos y personas con discapacidad.
  • Fortalecimiento de la educación rural: Implementar programas específicos para mejorar la calidad de la educación en las zonas rurales, incluida la construcción de escuelas, la provisión de recursos y la capacitación de docentes.
  • Promoción de la igualdad de género: Implementar estrategias para cerrar la brecha de género en la educación superior, particularmente en los campos STEM.
  • Acceso a las TIC: Ampliar el acceso a Internet: implementar programas para llevar Internet a áreas rurales y remotas y aumentar el acceso de los estudiantes a dispositivos tecnológicos.
  • Desarrollo de habilidades digitales: Implementar programas de capacitación en habilidades digitales para estudiantes y docentes.
  • Promover el uso de las TIC en la educación: Fortalecer la producción de contenidos educativos digitales y la capacitación de los docentes sobre el uso de las TIC en el aula.
  • Reducir la tasa de deserción: Implementar programas de apoyo: Brindar apoyo académico, psicológico y social a estudiantes en riesgo de abandono escolar.
  • Orientación profesional mejorada: proporciona a los estudiantes las herramientas para elegir una carrera que coincida con sus intereses y habilidades.
  • Haga que su programa académico sea más flexible: implemente opciones de aprendizaje más flexibles, que incluyen: Ejemplos: lecciones nocturnas, cursos modulares, aprendizaje a distancia. 
  • Impacto de la educación en el trabajo: Fortalecer el vínculo entre la educación y el sector productivo: introducir un programa de formación dual que combine la formación teórica y la práctica.
  • Facilitar el establecimiento de centros de capacitación de la fuerza laboral: Brindar capacitación en áreas con grandes necesidades de fuerza laboral.
  • Conectar los sistemas empresariales y educativos: promover la participación del sector privado en la financiación de la educación para el lugar de trabajo.
  • Fondos: Incrementar la inversión pública en educación: Incrementar el presupuesto nacional para la educación superior como porcentaje del PIB.
  • Introducir mecanismos de financiación alternativos: buscar nuevas fuentes de financiación, como crear un fondo de becas o cobrar tasas de matrícula diferenciadas.
  • Fomentar la participación del sector privado: Fomentar la inversión del sector privado en la educación superior a través de mecanismos como las asociaciones público-privadas.
  • Monitoreo y evaluación: Fortalecimiento de los sistemas de información y seguimiento: introducción de un sistema de indicadores para monitorear el progreso hacia el logro de los objetivos de la Agenda 2030 en la educación superior.
  • Realizar evaluaciones periódicas: Evaluar el impacto de las políticas y programas implementados para mejorar la calidad y la equidad en la educación superior. 
  • Promoción de la participación social: Involucrar a la sociedad civil en el diseño, implementación y evaluación de medidas de política educativa.

Es importante resaltar que el cumplimiento de la Agenda 2030 en la educación superior requiere del esfuerzo conjunto de los Estados, las instituciones educativas, el sector privado y la sociedad civil.  La implementación de estas recomendaciones fortalecerá la educación superior en Colombia y contribuirá a lograr un desarrollo sostenible e inclusivo.

CONCLUSIONES

Colombia ha logrado grandes avances en el acceso a la educación superior, aumentando su tasa de penetración del 37% en 2010 al 54,9% en 2022. Políticas como el Plan Nacional de Educación, la Política de Igualdad en Educación y programas como Ser Pilo Paga se han implementado y han contribuido a ampliar oportunidades. Sin embargo, todavía existen grandes brechas.

El futuro de la educación superior en Colombia está en juego. Lograr un sistema de educación superior de alta calidad, justo y relevante que satisfaga las necesidades nacionales y contribuya al desarrollo sostenible requiere compromiso político, social y académico. Colombia tiene el potencial para alcanzar las metas de la Agenda 2030 en educación superior. Con esfuerzos conjuntos y decididos de todas las partes interesadas, es posible construir un futuro más próspero para las nuevas generaciones.

Trabajemos juntos para construir una educación superior de calidad para todos los colombianos. ¡Hagamos realidad la Agenda 2030 para la educación superior en Colombia!, Sostenible e inclusiva!

REFERENCIAS

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